Málaga, 12 de abril de 2023 – Por primera vez desde que se formalizara la compra de la fábrica de cemento de Málaga por parte de Votorantim Cimentos, la empresa se ha reunido formalmente con las asociaciones de vecinos próximas en la Comisión de Sostenibilidad. Este foro se constituyó en el año 2018 para promover el diálogo y el intercambio de información entre la fábrica, sus vecinos y las principales administraciones, así como para impulsar acciones que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos del entorno.
Las asociaciones vecinales de El Palo, El Candado, La Araña, Jarazmín, Atalaya de Jarazmín y la Cala del Moral, así como la Junta de Andalucía y los ayuntamientos de la capital y Rincón de la Victoria forman parte de este foro de debate, que se enmarca dentro de los Compromisos de Sostenibilidad 2030 de la fábrica y que Votorantim Cimentos quiere continuar.
Además de los representantes vecinales e institucionales, en esta ocasión también ha participado el CEO de Votorantim Cimentos, Alan Svaiter, que ha manifestado: “Nuestros principios corporativos recogen el compromiso y la implicación con los vecinos de todos nuestros centros de producción. Esta Comisión de Sostenibilidad está totalmente alineada con nuestra estrategia y por ello vamos a apoyar y promover estos encuentros basados en la transparencia y destinados a escuchar las necesidades de nuestros vecinos, compartir información de la fábrica y la industria cementera y poner en común inquietudes relacionadas con el desarrollo sostenible en los ámbitos económico, social y ambiental”.
La convocatoria ha concluido con una visita a la ruta “Isla de Biodiversidad” en el Parque Torre de las Palomas. Este recorrido forma parte del plan de gestión de la biodiversidad en los terrenos de la fábrica y su cantera, que la compañía puso en marcha de forma voluntaria en 2018.
Este ecosistema ocupa una extensión de más de 200 hectáreas donde los visitantes han podido observar y aprender de la vegetación autóctona, la fauna de la zona y la isla de biodiversidad. Este último espacio actúa como un pequeño laboratorio natural donde se siembran o plantan especies autóctonas que contribuyen a la restauración ecológica del medio natural, dan alimento y cobijo a la fauna, potencian la flora autóctona, favorecen a polinizadores, insectos y micromamíferos, y refuerzan las comunidades de aves.