La cementera de Toral de los Vados instala un nuevo enfriador de clínker de última generación. La obra, que acaba de iniciarse y durará aproximadamente un mes, supondrá una inversión superior a los dos millones de euros.
El enfriador es una parte fundamental en el proceso de fabricación de cemento y tiene una influencia decisiva en el rendimiento energético de la planta. La principal función de este equipo es recuperar el máximo calor posible del clínker (el clínker sale del horno alrededor de los 1.450ºC) para aprovecharlo en el proceso, reduciendo así la cantidad de combustible necesaria e incrementando la eficiencia energética de la planta.
Esta mejora en la eficiencia energética supone una reducción tanto de consumo térmico como eléctrico en el horno, lo que se traducirá en una reducción en las emisiones directas de gases de efecto invernadero generados por la combustión de combustibles y en las emisiones indirectas producidas por la electricidad consumida en la fábrica.
En este sentido, el director de la planta, Jaime Santoalla, ha afirmado: «esta inversión es un ejemplo de nuestros objetivos de sostenibilidad 2030 entre los que destacan la reducción de emisiones, el uso de energía renovables, la apuesta por la economía circular y la gestión eficiente de los recursos y los residuos».